El Futuro del Turismo

Si bien los tres sectores principales de la economía ecuatoriana - petróleo, exportaciones agrícolas y turismo - han sido duramente afectados por el coronavirus, el turismo es quizás el más afectado. Con el toque de queda y sin transporte dentro y fuera del país, los hoteles, restaurantes, agencias de viajes y atracciones han cerrado indefinidamente. Pero hay algunas señales prometedoras de que el turismo volverá, y las ventajas naturales de Ecuador deberían traerlo de regreso pronto, con algunos ajustes.

Tenemos el privilegio de vivir en uno de los países más bellos y biodiversos del mundo. Es uno de los 12 países megadiversos; con solo el 0.2% de la masa terrestre de la tierra, alberga el 8% de las especies de anfibios, el 5% de los reptiles, el 8% de los mamíferos y el 16% de todas las especies de aves. Estos regalos divinos son la clave para reabrir el turismo.

El turismo nacional volverá primero. A los ecuatorianos les encanta viajar, visitar familiares y sitios de belleza natural. Tan pronto como las carreteras estén abiertas, la gente querrá moverse, y no solo para fines esenciales sino también existenciales. Pero las empresas de transporte, hotelería y turismo deberán adaptarse a tres nuevos mandatos: higiene, distanciamiento y detección.

La higiene puede implicar la desinfección de los medios de transporte después de cada uso, máscaras obligatorias y gel de manos para pasajeros y tripulación y una limpieza profunda diaria de las habitaciones de hoteles y restaurantes. El distanciamiento puede incluir límites estrictos en la capacidad del vehículos, ventilación mejorada y pago de boletos, habitaciones y comida evitando contacto físico. Más restaurantes ofrecerán comidas al aire libre, con mesas muy espaciadas, más hoteles tendrán cabañas o chalets independientes. La detección puede significar una revisión rápida de salud en aeropuertos y terminales de autobuses; a nadie con fiebre o tos aguda se le permitirá abordar.

Puede tomar un poco más de tiempo, pero los turistas extranjeros regresarán en masa al Ecuador una vez que estén convencidos de que es seguro. Una encuesta reciente muestra que un tercio de los estadounidenses planean viajar tan pronto como se controle el virus. Otros expertos dicen que cuando lo hagan, seleccionarán lugares con atracciones menos concurridas y más naturales, lo que encaja con las fortalezas de Ecuador.

Pero para proporcionar opciones seguras y atractivas para los turistas nacionales e internacionales, la industria turística local y el gobierno deben aprovechar esta pausa en la demanda para realizar mejoras urgentes en la infraestructura, limpieza y accesibilidad. Las empresas en campos afines deben cooperar para crear circuitos para turismo de gastronomía, aves, aventura y pesca deportiva, en lugar de competir por los clientes y descuidar el marketing. Cada uno de los otros tres grandes ecosistemas ecuatorianos debería ser tan famoso como Galápagos.

Mientras luchamos contra esta terrible peste y el colapso económico, no debemos olvidar la sociedad y economía del futuro. Además del petróleo y el pescado, el don de la biodiversidad puede hacer de Ecuador un Jardín del Edén en el nuevo mundo con conciencia ecológica. Sin embargo, como todos los jardines, necesita cuidado y protección constantes para crecer y prosperar. Proteger el turismo es proteger al Ecuador. Promover el ecoturismo es proteger el mundo.

The Future of Tourism

While all three main sectors of the Ecuadorian economy – oil, agricultural exports and tourism – have been hard hit by the coronavirus, tourism is perhaps the most affected. With the curfew and transportation shut down within the country and internationally, hotels, restaurants, travel agencies and attractions are all shut down indefinitely.  But there are some promising signs that tourism will come back, and Ecuador’s natural advantages should bring it back soon, with some adjustments.

We have the privilege of living in one of the most beautiful and bio-diverse countries in the world – of any size. It is one of only 12 megadiverse countries; with just 0.2% of the earth’s landmass it is home to  8% of amphibian species, 5% of reptiles, 8% of mammals and 16% of all bird species. These divine gifts are the keys to reopening both national and international tourism.

National tourism will come back first. Ecuadorians love to travel, visiting family and sites of natural beauty. As soon as the roads are open again, people will want to move, and not just for essential but also existential ends.  But companies of transportation, hospitality and tourism will need to adapt to three new mandates: hygiene, distancing and detection. 

Hygiene  may involve disinfection of buses and tour vans after every use, obligatory masks and hand gel for passengers and crew and thorough daily deep cleaning of hotel rooms and restaurants. Distancing may include strict limits on vehicle capacity, improved ventilation, and touch-free payment for tickets, rooms and food. More restaruants will offer outdoor dining, with widely spaced tables, more hotels will have independent cabins or chalets. Detection may mean a quick health review in airports and bus terminals; no one with a fever or active cough will be allowed to aboard for long trips.

It may take a bit longer, but the foreign tourists, both the younger adventurers and the older retirees, will flock back to Ecuador once they are convinced it is safe. A recent poll shows that a third of Americans are planning to travel again as soon as the virus is contained.  Other experts say that when they do, they will select locations with less crowded and more natural attractions, which plays to Ecuador’s strengths.

But to provide safe and attractive options for national and international tourists, the local tourist industry and government must take advantage of this pause in demand to make long overdue improvements in infrastructure, cleanliness, and accessability. Businesses in similar fields should coordinate to create curcuits for gastrotourism, avitourism, adventure tourism, and sport fishing tourism, rather than competing for clients and neglecting marketing. Each of the other three major Ecuadorian ecosystems should be as famous as the Galapagos.

While we fight through this terrible pestilence, and its accompanying economic collapse we must also be planning the society and economy of the future. Besides petroleum and fish, God’s gift of biodiversity can make Ecuador a Garden of Eden in the new eco-aware world.  However, like all gardens, it needs constant tending and protection to grow and thrive. Protecting tourism is protecting Ecuador. Promoting eco-tourism is protecting the world.